Si bien es cierto que Luis Miguel ya solucionó uno de sus entuertos legales al llegar a un acuerdo con su ex mánager, y que tras el arreglo se mostró sonriente y feliz, aún tiene pendientes dos problemas más: la querella que mantiene con Alejandro Fernández por la cancelación de la gira “Pasión” y la deuda con la disquera Warner Music, a la que debió reembolsarle tres millones 65 mil dólares, pero no lo hizo.

En el caso del pleito legal con Alejandro Fernández, una fuente allegada al caso, que pidió guardar su nombre pues la demanda sigue abierta, asegura que el caso se mantiene estancado y “no hay avances en la querella o carpeta de investigación” y se sigue “en pláticas de negociación”. También mencionó que “El Sol” tiene como fecha límite para llegar a un acuerdo, el próximo lunes 15 de mayo, por lo que el cantante tiene apenas tres días más para solucionar un conflicto de poco más de seis millones de dólares. Si ese día no se llega a un arreglo entre ambas partes, los representantes de Alejandro Fernández proseguirían con la querella, que es por fraude contractual y se procedería penalmente. Actualmente los abogados del cantante tapatío se encuentran en la fase de conciliación, llamada “Medios Alternos de Solución de Controversias”.

La demanda que es por incumplimiento de contrato, luego de la cancelación una gira ya pactada y por la que incluso recibió adelantos de un millón 200 mil dólares, y otro de 750 mil dólares, mismos que se negó a reembolsar una vez que decidió no proseguir con el proyecto de conciertos con “El Potrillo”.

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